Las saunas ofrecen numerosos beneficios para la salud, como mejorar la circulación, aliviar dolores musculares y promover la relajación. Además, ayudan a eliminar toxinas a través de la sudoración y a reducir el estrés.
Sin embargo, elegir la sauna adecuada es fundamental para aprovechar al máximo sus beneficios. Existen diferentes tipos, como la sauna tradicional y la sauna infrarroja, cada una con características particulares.
En este blog, compararemos las opciones disponibles para que puedas elegir la sauna que mejor se adapte a tus necesidades.
¿Qué es una sauna tradicional?
La sauna tradicional, también llamada sauna de leña o sauna finlandesa, es un método clásico que utiliza materiales como madera para crear un ambiente cálido y acogedor.
Este tipo de sauna es ideal para quienes buscan un calor seco e intenso en un espacio diseñado para la relajación.
Funcionamiento y calor en las saunas tradicionales
El calor se genera mediante una estufa de leña o eléctrica que calienta rocas especiales. Estas rocas liberan calor de manera gradual, y al verter agua sobre ellas, se produce vapor que incrementa la humedad. Las temperaturas suelen oscilar entre 70°C y 100°C.
Beneficios de la sauna tradicional vs infrarroja
La sauna tradicional es conocida por su capacidad para relajar el cuerpo, aliviar tensiones musculares y mejorar la circulación sanguínea. Además, fomenta la detoxificación a través de la sudoración intensa y contribuye a un mejor descanso nocturno, gracias a su efecto calmante.
¿Qué es una sauna infrarroja?
La sauna infrarroja utiliza rayos infrarrojos para calentar el cuerpo de forma directa, sin necesidad de calentar el aire. A diferencia de la sauna tradicional, el calor no proviene del aire caliente, sino de una tecnología que calienta el cuerpo desde adentro.
Funcionamiento de la calefacción por infrarrojos
En una sauna infrarroja, los rayos infrarrojos penetran en la piel y calientan directamente el cuerpo. A temperaturas más bajas (45 °C a 60 °C), el calor es más suave, lo que hace la experiencia más cómoda para quienes no toleran el calor extremo de las saunas tradicionales.
Beneficios de la sauna infrarroja vs sauna tradicional
Las saunas infrarrojas tienen menos humedad y proporcionan mayor confort a temperaturas más bajas.
Al calentar directamente el cuerpo, favorecen la detoxificación, mejoran la circulación y son más eficientes en cuanto a consumo energético.
Comparativa entre sauna tradicional y sauna infrarroja
Temperatura y calor
La sauna tradicional genera un calor más intenso, alcanzando temperaturas de entre 70°C y 100°C, lo que crea un ambiente seco y caluroso.
En cambio, la sauna infrarroja utiliza temperaturas más suaves, entre 45°C y 60°C, lo que resulta en una experiencia más cómoda para quienes prefieren un calor menos extremo.
Tipos de calor
La principal diferencia entre ambos tipos de sauna es el tipo de calor.
En la sauna tradicional, el calor es seco y bastante intenso, este proviene de las rocas calientes.
Mientras tanto, en la sauna infrarroja, los rayos infrarrojos calientan directamente el cuerpo sin necesidad de calentar el aire, lo que permite una experiencia más directa y enfocada en el cuerpo.
Consumo energético
En términos de eficiencia energética, las saunas tradicionales suelen consumir más energía al necesitar calentar todo el espacio y el aire a temperaturas más altas.
Las saunas infrarrojas suelen ser más eficientes, ya que requieren menos energía para alcanzar su temperatura objetivo debido a la tecnología de rayos infrarrojos.
Tiempo de uso
El tiempo recomendado para usar cada tipo de sauna también varía.
En la sauna tradicional, se recomiendan sesiones de 15 a 20 minutos, debido a la alta temperatura del ambiente.
Por otro lado, en la sauna infrarroja, las sesiones pueden durar entre 20 y 30 minutos, ya que el calor es más suave y el cuerpo puede tolerar un periodo más largo.
¿Qué sauna elegir? Guía para tomar la mejor decisión
Espacio disponible
Al elegir entre una sauna tradicional y una sauna infrarroja, el espacio disponible es un factor importante.
Las saunas tradicionales requieren más espacio, puesto que suelen ser más grandes y deben tener una buena ventilación.
Por otro lado, las saunas infrarrojas son más compactas y pueden adaptarse mejor a espacios reducidos, lo que las hace ideales para hogares con limitaciones de espacio.
Uso habitual
El tipo de sauna también depende del uso que le des. Si buscas una sauna para sesiones de relajación intensas, la sauna tradicional puede ser la opción ideal. En cambio, la sauna infrarroja es una opción ideal para un uso más frecuente y prolongado, esta puede adaptarse mejor a tu rutina diaria de bienestar.
Presupuesto
En cuanto al presupuesto, las saunas tradicionales tienden a ser más costosas en términos de inversión inicial y mantenimiento, debido a la tecnología y materiales utilizados.
Las saunas infrarrojas tienen un costo inicial más bajo y también pueden ser más económicas a largo plazo, ya que requieren menos mantenimiento y su consumo energético es más eficiente.
Beneficios personales
Tu elección de sauna depende de lo que busques. Si prefieres una experiencia de calor intenso y profundo, ideal para relajación y detoxificación, la sauna tradicional puede ser la opción adecuada.
Sin embargo, si buscas un calor más suave y cómodo, con la ventaja de poder usarla con mayor frecuencia y sin la sensación de sofocamiento, la sauna infrarroja es una excelente alternativa más tolerable.
Tanto la sauna tradicional como la sauna infrarroja tienen sus ventajas y características únicas.
Si dispones de un espacio amplio, la sauna tradicional podría ser la mejor opción. En cambio, si tienes un espacio reducido, y deseas una opción más económica y fácil de mantener, la sauna infrarroja es una fantástica elección.
